Valentín ha colaborado con fundación Gizakia durante más de 16 años. En este tiempo hemos tenido la oportunidad de conocer a una gran persona.
En Gizakia le vamos a echar de menos y mucho, tanto el equipo de profesionales como el resto del voluntariado y las personas con y para las que todos trabajamos. Le vamos a echar de menos por su forma de hacer y estar: discreto, tranquilo, positivo, siempre dispuesto a echar una mano. No se hacía notar pero siempre estaba presente y con una sonrisa.
El mejor calificativo que se puede dar a alguien, es decir que es una buena persona, y Valentín lo era con todas las letras y con letras mayúsculas.